Estás dentro del coche, puedes regular la temperatura, puedes girar a la izquierda, puedes girar a la derecha, frenar, acelerar. Nos gustan los coches porque nos transladan, pero sobre todo porque hacen lo que nosotros queremos de forma casi inmediata.
En la vida, en cambio, todo son incertidumbres, todo está por escribir y por leer. ¿Cuál es el camino más adecuado?