Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

jueves, 20 de septiembre de 2007

Respirando profundo


Voy corriendo un día más por la playa, mis pies acarician la arena, golpean la gravilla y las piedrecitas, las olas me acarician los tobillos, el sudor y la humedad hacen que la camiseta se me pegue al cuerpo, el sol se oculta delante mío, estoy volviendo, volviendo a mi casa, estoy partiendo aunque todavía esté aquí. Disfruto del ruido de las olas, de los últimos rojos, amarillos y violetas. Me doy un último baño en las aguas ya oscuras, un baño corto, la oscuridad y las aguas revueltas me impulsan a salir, a buscar la ducha.

1 comentario:

Yo dijo...

Y estás en la playa y entonces te suena el móvil. Es alguna pesada, que se interesa por cómo te ha ido el día y por saber si estás pudiendo disfrutar de la playa como es debido. Donde vive ella hace mal tiempo y pensó que igual se te estaban aguando las vacaciones. Por suerte no es así, el tiempo te sonríe. Tan sólo hoy chispea un poco. Pero eso no te impide estar en la playa. Está un poco nublado, pero se está bien. Estarás un rato más y te irás a la ducha...