Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

viernes, 8 de febrero de 2008

Corazón de plástico


Has estado todo el día en el trabajo, es muy tarde, pero tu corazón necesita su dosis de deporte aeróbico.
El aire empieza a entrar seco por tus fosas nasales y a salir saturado de vapor por tu boca, a través de los dientes, dejando presión en su interior, cual enfisematoso. Tus piernas empiezan a entrar en calor en su camino junto al río, después se ponen a tono en tu circuito de jardines, tus ojos miran al cielo estrellado, a los edificios que ascienden cual catedrales, a tus piernas.
Ya estás de vuelta de nuevo junto al río, junto al frío río, junto a los árboles sin fruto.

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