Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

martes, 26 de febrero de 2008

Pongamos que hablo de Madrid


Y todavía no sabes muy bien por qué, te presentas en la estación y te encuentras como si no hubiera pasado nada desde aquella vez hace casi 2 años. O quizás sí, ahora quieres más a esos amigos con los que hace tiempo compartiste bocadillos y cervezas.
En esa gran ciudad parece que la gente tiene que esforzarse por encontrar su caracter diferencial, la falda más corta, la ropa más cara, el que más fuma, el más gracioso, el más rico,... Igual pasa con las empresas, la calle se viste de grandes anuncios, vulgarizando sus edificios.
Me he sentido muy bien acogido por esa ciudad en la que todos son un poco inmigrantes.
Otra cosa ha cambiado, mi regreso en Preferente hacía menos penosa la vuelta a la realidad.

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