Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

miércoles, 21 de marzo de 2007

Nieve en el pelo


Hoy a venido a la consulta un paciente en la década de los 70 para revisión de lesiones pigmentadas. Ante mi pregunta de cuánta exposición solar recibía y si usaba medidas de fotoprotección; me ha contestado que no usaba cremas fotoprotectoras, que se ponía gorra cuando iba a jugar al golf, que además iba a primera hora de la mañana y que su campo de golf estaba a 1000 m de altura; además ahora iba menos. Se me ocurre ahora que a mayor altitud, menor grosor de la capa atmosférica... para mí que lo ha hecho para que me imagine las vistas. A mi pregunta de si tenía antecedentes personales importantes, me ha respondido que había tenido tuberculosis renal, que había sido de "los niños de la guerra". Respecto a sus antecedentes familiares, me ha dicho que sus hermanos le habían dejado solo hacía años y que no habían tenido problemas en la piel.

Yo creo que este hombre intentaba/era feliz, pero al mismo tiempo vivía en la "calle Melancolía". Yo nunca he jugado al golf, pero a su edad quisiera ser como él. Yo qué contaré; no, no he estado en ninguna guerra. Sí, estoy en la recta final, pero lo llevo muy dignamente. Sí, me gustaría estar rodeado de los "míos", no estar solo, vivir en la calle de la Alegría.

17 comentarios:

Javier dijo...

Bueno, quizás nosotros no podamos contar cómo sobrevivimos a una guerra. Pero no me da pena, todo lo contrario, yo nací en la democracia y en pleno auge cultural... los ochenta no fueron años en vano y aunque no esos años no convirtieron a nadie en héroe o villano, me siento orgulloso de lo que soy y de donde vengo. ADEMÁS!!! aún nos queda mucho camino... mucho animo y feliz mudanza a la Calle Alegría.

Yo dijo...

¿Otro vecino?. Vaya tela... No si... al final el barrio de la Alegría va a ser la mar de chico... Me lo estoy imaginando ya como en las pelis estas del oeste en las que sale toooodo desierto y los matojos esos rodando por tos laos... Igual no está tan mal nuestro barrio ¿no?. Después de todo... con la de gente que somos podemos montar unos buenos fiestorros... XD

A mi también me gustaría estar con los míos, no estar sola y vivir en esa calle... Yo creo que todos queremos lo mismo ¿no?. Donde vivo van a poner un tranvía de nuevo, después de tantos años sin él, si quieres me entero si para en el barrio de la Alegría y te digo algo... ^^

Anónimo dijo...

No me gusta el cucharoneo...pero asi es como he dado con tu blog. Por lo poco que he leido de ti, veo que eres residente ( de dermatología??) si es asi, no sabes la inmensa suerte que tienes. Hay quien pagaría millones por tu plaza. Yo...me he quedado por el tres mil y pico este año. Nunca imaginé semejante catástrofe. Me dió una pájara en el examen. Me extraña que a pesar de todo, te sientas solo. está claro que la felicidad no puede dártela una plaza. Ahora , a mi me gustaría ser una anciana que visitase la consulta, con lunares de sol, secuela de muchos veranos. veranos que no quiero haber pasado sola. Un abrazo.

Zaca dijo...

Lo del tranvía puede ser una buena noticia, nos ponemos de acuerdo y conseguimos precio de grupo para dar una vuelta; lo que tenemos que intentar es llevarnos la alegría a casa, me gustaría pensar que todos los barrios pueden ser de la Alegría.
Espero no tener que pasar cerca de ninguna guerra, Javi, tu nivel de ego está bien (no es una crítica), el camino, éso es lo que nos da vértigo a todos.
Haces el MIR y obtienes algo no tan bueno como esperabas, tienes vértigo de afrontar el camino, que bueno sería saber que todo va a salir bien, que vas a acabar rodeado de un montón de nietos, todos felices. Obviamente, la felicidad no la da una plaza, una profesión no te da la felicidad; transformar los amigoides en amigos, puede que sí. Disfruta de estos días de descanso pre elección de plaza, disfruta de los amigos. No sé qué te veías haciendo en el futuro, seguro que si ahondas un poco puedes ver varias cosas, intenta sacarle partido, vete a Madrid a pasártelo bien.

Anónimo dijo...

Uumm, lo de llevarnos la alegría a casa no estaría mal...

¿Para pasárselo bien hay que ir a Madrid?. A ver si va a ser eso... XD

Zaca dijo...

Para pasárselo bien hay que salirse de la rutina y tener ganas de disfrutar, hay que ser optimista, hay que dejarse llevar y olvidarse un poco de guardar la compostura, sólo un poco, porque hay que ser uno mismo.

Yo dijo...

Uuufff... pos entonces va a ser que yo voy a vivir en mi barrio de siempre pa los restos...

salirse de la rutina: A mí salir de la rutina me suele agobiar muchísimo. Me pongo muy nerviosa ante cualquier situación "fuera de lo normal". No sé lo que va a pasar o no conozco el sitio, etc. y eso me genera cierta inseguridad ante algo que se avecina y no puedo controlar porque nunca me he visto en esa situación. Conclusión: Todo ello me impide disfrutar y pasármelo bien porque mi cabeza está dándole vueltas al tarro.

tener ganas de disfrutar: Haberlas haylas, peeero suele pasar que, frecuentemente, para disfrutar hay que dejarse llevar y olvidarse un poco de guardar la compostura. Gran problema para mí, que todo me da corte. Y es una especie de pescadilla que se muerde la cola. Ej: no juego al billar porque no sé y no quiero aprender a jugar porque me da vergüenza, con lo cual nunca sabré jugar y nunca sabré si es divertido o no jugar al billar (supongo que debe serlo, pero prefiero sentarme a ver cómo juegan los demás que participar yo...)

En fín, soy un caso, lo sé... :(

Zaca dijo...

Con salirse de la rutina no me estoy refiriendo a marcharte a Somalia para luchar contra la discriminación de la mujer; me refiero, por ejemplo, a irte de casa rural con los amigos un fin de semana.
Dejarse llevar y olvidarse un poco de guardar la compostura no son ingredientes fundamentales; seguro que a tus amigos, por el hecho de serlo les encanta tu forma de ser, así que no es necesario hacer cosas que te den corte. Para conocer a más gente... improvisar no es una mala opción.
Yo sólo he jugado al billar una vez... ¡uff!
Ahora te entiendo cuando decías que no querías ser tajante con tu forma de ver las cosas... yo también acepto la visión contraria a mi opinión.

Anónimo dijo...

Jajaja. No, si lo entendí bien. Es que para mi cualquier cosa que me haga salirme de lo que hago habitualmente me suele poner nerviosilla :P. Si hasta cuando me voy de excursión (que es pa pasármelo bien) me cuesta dormir la noche antes...

Hombre, tanto como que a mis amigos les encante mi forma de ser... Al menos me aguantan, como yo digo. Vamos, que no me insisten mucho si ven que no ando muy por la labor. A veces, sí, porque les da coraje que me pueda el corte, pero bueno...

Zaca dijo...

A mí me encanta la forma de ser de mis amigos, las diferencias entre cada uno de ellos, los hacen especiales, interesantes, es lo que acabas amando de ellos... y si no es así, sólo serán conocidos, no amigos.
Salirse de la rutina, te estresa, éso sólo pasa hasta que salirte de la rutina se convierte en rutina; es una espiral que no tiene fin; puedes subir muy lentamente de nivel o te pueden obligar a hacerlo más rápido; elige las cosas que te gustan y salte de la rutina.

Yo dijo...

Vamos, que piensas como yo. Aprecias a tus amigos por cómo son. Los quieres así. Habrá cosas que te gusten más y otras que te gusten menos de ellos, pero aunque no siempre estéis de acuerdo en todo, los respetas :)

De momento, creo que optaré por la opción de salir de la rutina subiendo despacito de nivel, no sea que me caiga por el camino y la liemos xD

Zaca dijo...

"Respetar" no sé si es la palabra, respetar es frío, es como ver las cosas desde la barrera; no, en la amistad hay que estar amasando; no hay que respetar, hay que aceptar, rechazar o integrar. Hay confianza, así que puedes ofenderlos.
Suerte con tu espiral. Bss.

Anónimo dijo...

Bueno, yo lo veo distinto, aceptar a alguien implica (al menos, para mí ;)) que lo respetes tal y como es. Que respetes sus manías, sus costumbres,... aunque no las entiendas, te hagan gracia, no las compartas... pero sabes que para la otra persona, por algún motivo, sí que son importantes y aprendes a quererlo tal y como es.

Y, bueno, que tengas confianza con ellos no te da derecho ninguno a ofenderlos. Que igual es más probable que por el hecho de que te consideren alguien importante en su vida estés en situación (por llamarlo de alguna manera) de poder hacerles potencialmente más daño que alguien a quién ellos no sienten tan cercano, vale, pero de ahí a que por el hecho de ser su amigo creas que puedes ofenderles así, por las buenas...

Supongo que habrás querido decir otra cosa, pero la verdad es que no he entendido muy bien qué has querido decir con eso...

Y cuando te hable de respeto ¡no te lo tomes como algo frío, hombre! es tierno, bonito aprender a respetar a la gente. Es una forma de llegar a quererlos ¿no?. Besitos.

Zaca dijo...

Lo que quería decir es que antes de respetar algo que no ves muy correcto, puedes intentar comprenderlo y dar tu punto de vista, es decir, ir más allá, no sólo respetar, también participar.
Vas a tener razón; si no aceptas o integras, tendrás que respetar.
Amar los "defectos" de los demás, lo mejor de todo es que lo hacemos sin darnos cuenta, si nos cuesta esfuerzo... malo.
No es que vaya por la vida ofendiendo a la gente, la gente huiría de mí; con los amigos hay confianza, puedes decirles cosas que no se las dirías de sopetón a un desconocido, bueno yo sí, pero así me va. No es para ofenderlos, al contrario, es porque sabes que no se van a ofender, porque váis a disfrutar conversando. El problema está en que quizás se me olvida a veces que por ser cercano, puedo hacer más daño a alguien... El equilibrio...

Yo dijo...

Esto... yo no he dicho eso. Yo no digo que el respeto sea la alternativa a no aceptar o integrar. Más bien quería decir lo contrario. Aceptar a una persona como es implica que respetes su forma de ser. El orden sería aceptar y, como consecuencia, respetar (vamos, esto es lo que trataba de decir). Y, nadie dice que me limite a respetar y punto. Cuando hacen o dicen algo que no entiendo o no comparto, primero intento averiguar por qué piensa así, que hace que la otra persona lo vea de una forma distinta a la mía... ponerme en su lugar... Y, si aún así sigo sin comprenderlo pos ya es cuando pienso, bueno, sigo sin verlo muy claro, pero si a ti te vale... no seré yo quién te diga lo contrario...

Zaca dijo...

Puedes aceptar y respetar una idea; puedes no aceptar una idea y respetarla. Ya sabía que tú eras muy tolerante, ahora además sé que también intentas entender las motivaciones de los demás, perdona si he insinuado lo contrario :(

Anónimo dijo...

:) no hay nada que perdonar ;). Un besito.