Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

lunes, 26 de marzo de 2007

Congreso


Últimamente mi vida va muy rápida, he tenido infinitud de cosas en la agenda; cuando tienes muchas cosas que hacer no te aburres, pero la verdad es que cada vez estoy más delgado.

Estos días he estado por primera vez en mi vida en Salamanca; increíble, es como un gran plató de televisión, es demasiado bonito como para que la gente haga su vida normal por ahí. He ido a una reunión para residentes, la gente se lo curra mucho, mucho más que yo.

Lo mejor de todo han sido los compañeros; tengo la sensación de que el destino está de mi parte, llego a un sitio y flash!, en lugar de estar solo, me tropiezo con personas geniales que se esfuerzan para que me sienta agusto. Esta mañana cuando me he despertado en mi casa me he sentido muy raro, he sentido que me faltaba algo. Así es la vida.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

No debería sorprendernos que la gente nos tratase bien ¿verdad?. Lo cierto es que parece que no estamos muy acostumbrados a que eso suceda con frecuencia y se nos hace raro... Una pena, en realidad debería ser siempre así...

En fín, que me alegra que te sintieras integrado allí y que te haya gustado Salamanca. Un besito.

Anónimo dijo...

Zaca, he leído parte de tu blog por primera vez, es interesante pero no es más que una forma de llamar la atención y evadirte de la realidad. Si necesitas compañía y amigos, búscalos. Apuesto a que con ninguno de ellos te sinceras tanto como en un blog anónimo. Perdemos el horizonte, la gente está fuera deseosa de estar contigo, no en la red. El primer paso es apreciarte a ti mismo. Saludos.
Firma: "el duende"

Zaca dijo...

Las personas en general son simpáticas y buenas, pero para qué te vas a esforzar por integrar a alguien, si tú ya estás bien. Para estar mejor, porque el chico ese parece majo, porque sé que soy supergeneroso. Con un poco de esfuerzo por parte de todos es fácil.
Salamanca me encantó, a sus estrechas calles delimitadas por innumerables iglesias, edificios de la universidad, instituciones, todos ellos de piedra bien cuidada, se sumaron la buena compañía y el salir de la rutina del trabajo.
Hola duende, a veces tengo baches, pero mi ego está muy bien, tanto que escribo en un blog para que vea la gente lo bien que escribo en lugar de escribir en unos papelajos, tanto que voy diciéndoles a mis amigos que tengo un blog por si quieren entrar.
El anonimato, ese es uno de los problemas del blog, ya que no puedes poner fotos de tus amigos alegremente, ni usar sus nombres; no soy tan original como para tener dos vidas, así que probablemente me repita, pero con todo lujo de detalles fuera del blog.
Tienes toda la razón en una cosa, la gente está fuera deseosa de estar con nosotros, no en la red; éso es precisamente lo que me dicen todos mis amigos: no pierdas el tiempo con éso, disfruta de las personas que tienes al rededor. El caso es que lo intento y me conecto más bien poco, pero es que engancha; y si no, por qué has llegado tú hasta aquí.

Yo dijo...

Sí que engancha sí. Mi madre se trae unas "broncas" conmigo a cuenta del ordenador que ni te cuento. Yo no creo que esté enganchada realmente, no elijo no salir por quedarme aquí sentada. Siempre que tengo la oportunidad o me surge algún plan, mando a hacer unas pocas de gárgaras a mi ordenador. Pero a ver, si mis amig@s están con sus respectiv@s, el que no está estudiando, la otra está de prácticas y cursillos, otra montando su propia empresa... En fín que el día que me sacan un huequito pos sí que salgo, pero el ordenador es siempre mi otra alternativa. Es otra forma de estar en contacto con el mundo y con gente de mi edad. Como salir, pero sin salir :(. Y me permite "estar" con mis amigos cuando están lejos.

De momento aún no me ha dado (ni creo que me de) por ir a pasear sola o ir a tomarme algo conmigo misma...

Anónimo dijo...

Nunca sabes dónde puedes conocer a gente interesante, tanto fuera como dentro. Te lo digo yo que lo he notado y sentido jeje. Y esto d ela blogosfera engancha y si no, preguntale a YO, verás como te dice que es cierto esas ganas por contar cosas al mundo aunque sean pamplinas varias. Escribir es una maravillosa cualidad que solo tiene el ser humano para expresar sentimientos, inquietudes y saberes.¿ Hay algo más bonito que escribir? Buenoooo, sí hay algunas otras cosas y entre ellas escribir jeje No dejes de hacerlo nunca!!!

Melian dijo...

Jejeje, me alegro que te gustara mi ciudad y su gente. Para mí es muy dificil decidir si me quedo o me arriesgo a irme a Madrid. Supongo que en todos los sitios tiene que haber gente dispuesta a tenderte una mano, lo raro sería lo contrario.

Zaca dijo...

Escribir en un blog engancha, ¿por qué?
Cuando me inicié en este mundo, las emociones me embargaban, luchaban por salir y, si era a través de este medio, tan bien como a través de otro.
Después estaba en la meseta, mejor escribir en el blog, que estar viendo la tele.
Ahora mis emociones se han ido calmando, mis amigoides transformando en amigos (o éso me gustaría pensar) y cada vez tengo que dedicar más tiempo a mi trabajo (y no lo hago).
Ahora entro con más curiosidad que ideas, me planteo: puede que haya algún comentario y con esto de la moderación de los comentarios, si no entro es como si no existieran, es como si ese esfuerzo cayera en saco roto.
Odio sentirme solo, no el estar solo per sé; ir a tomar algo conmigo mismo nunca lo haría, tampoco iría solo al cine, las considero actividades sociales. Pago una entrada de cine o una consumición para estar con los amigos.
Pasear solo me parece bien, hace falta un lugar especial, un lugar amigable, uno que conozcas bien; en mi caso, uno por el que no pase mucha gente, mejor nadie; es importante que haga sol o una temperatura agradable; y tiempo, mucho tiempo para decidirte. Puedes pensar, puedes disfrutar del paisaje, puedes no pensar.
Conocer gente interesante, ¿se puede realmente conocer a alguien a través del blog? Seguro que la respuesta es... depende.
Salamanca vs Madrid, tengo un amigo que siempre había soñado con dedicarse a la investigación, tener grandes horizontes, vivir en una gran ciudad, ser cosmopolita, se ha ido a Barcelona a hacer la residencia y es feliz. Tengo otro amigo que es muy brillante intelectualmente, siempre había soñado con ser feliz, feliz por hacer bien las cosas, ser feliz por hacer feliz a los que le rodeaban, no tener que hacer grandes proezas, se ha ido a Madrid a hacer la residencia y en su trabajo es feliz, pero fuera de él creo que siente que le falta algo, le faltan las personas a las que quiere hacer felices.

Anónimo dijo...

Yo también odio sentirme sola. Y es aún peor cuando te sientes sola estando rodeada de gente...

Lo de pasear sola, si es en un sitio tal y como tú lo pintas, pues puede que no esté tan mal. A mi hacer cosas sola o ir sola a los sitios me hace sentirme sola (qué redundante todo ¿no?). Y no me gusta. Es algo que evito a toda costa. Es como si todos fuesen acompañados y tú no tuvieses a nadie con quien ir (y no me refiero sólo al ámbito pareja, sino en general). No sé... me parece muy triste, me apena.

Zaca dijo...

Solo, sola, solos, soledad... sentirse solo. Necesitamos de los demás y necesitamos de nosotros mismos. Cargarnos de compañía cuando nos sentimos felices y hacer que esa llama no se apague hasta la siguiente ocasión, de esta forma, con una sonrisa en la cara podemos tomarnos un café, ir a hacer la compra, hacer deporte, dar un paseo.
La verdad es que siempre habrá cosas que es mejor hacerlas acompañado.

Yo dijo...

A mi me gusta cargarme de compañía también cuando no me siento especialmente feliz. De hecho, creo que eso es lo bonito de la verdadera amistad. "Amigos" pa los buenos ratos, pa fiestas y demás no faltan nunca. Todo el mundo se apunta. Lo difícil es estar para los momentos no tan buenos: cuando tienes un día tonto, cuando te apetece hablar, cuando lo único que quieres es llorar a moco tendido... Los amigos en condiciones están a las duras y a las maduras. Y yo, personalmente, casi que valoro más que estén conmigo en los momentos de "bajón". Es bonito que te escuchen, que te saquen a la calle aunque no tengas maldita la gana de salir, que intenten distraerte con cualquier cosa,...

Y tú, de buenas a primeras, te callas y te quedas observando la situación desde fuera, y los ves allí, sentados contigo, escuchándote, dándote conversación, diciéndote pamplinas pa que te rias,... Y piensas que podrían haber optado por hacer cualquier otra cosa. Que seguro que hay cosas mejores que hacer que estar escuchando el mal día que has tenido, pero en cambio están ahí. Y eso te llena de alegría, te reconforta... Sí, creo que prefiero que mis amigos estén conmigo tanto en los momentos felices como en los no felices...

Zaca dijo...

Amigos para los buenos y los malos momentos, está claro, pero el resultado es que cuando estás con ellos estás feliz, o al menos un poco más que antes, o al menos se relativiza el tiempo y las obligaciones, ésa es la llamita que hay que conservar.
¿Para los buenos momentos siempre hay "amigos"? ¡Qué suerte!, yo la verdad es que nunca organizo fiestas ni nada que suponga un esfuerzo creativo u organizativo, falta de iniciativa, pereza, tacañez, miedo a que no salga bien, ¿quién sabe?, el caso es que últimamente tengo que insistir mucho para que me avisen si hay alguna "fiesta" entre manos.

Anónimo dijo...

Bueno... siempre hay gente que se apunta, quería decir... Al menos es más probable que se apunten a eso que a escuchar penas... :P. Yo tampoco organizo muchas cosas... Tengo un poder de convocatoria... jajajaja. Eso creo que es algo que también va con la personalidad. ¿No te has dado cuenta de que hay gente que propongan lo que propongan siempre tiene aceptación? Además todo lo que sugieran siempre es "guay". Consiguen mover masas. Creo que es por el entusiasmo que le ponen al decir las cosas o por cómo lo dicen, no sé... lo que sí sé es que yo no soy de esas... jeje. Me cuesta proponer cosas porque pienso que igual no tienen mucha aceptación y si lo hago suelo añadir cosas como: bueno si quieres, si no hacemos otra cosa. O, bueno, yo ya he dicho el sitio elige tú la hora... jeje.

Zaca dijo...

Proponer cosas siempre implica elegir, además de esfuerzo en alguna de sus formas; el caso es que soy superindeciso, imposible elegir actividad, hora, sitio... Cuando alguien me obliga, pienso: ¡qué crueles son!
Mi poder de convocatoria es NULO, todo el mundo está fuera, todos menos un amigoide con el que hablé ayer y me dijo: mañana te llamo, no te preocupes, así que he estado esperando su llamada hasta que ha llegado un nuevo anochecer y le he tenido que llamar yo de nuevo. En cambio, cuando la gente piensa que estás mal emocionalmente, todos te van diciendo, a ver si quedamos y encima lo materializan, así da gusto.
Gente que mueve masas, qué interesante, también hay gente que se apunta a todo. Yo soy un poco rancio, así que primero se apuntan mis amigos y luego me arrejunto.

Anónimo dijo...

Hijo mío, debes ser mi versión pero en hombre... jajajajaja. Anda que vaya par que estamos hechos...