Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

martes, 29 de abril de 2008

Camino solitario


Mis días son un gran desierto, una inmensidad de campo yermo. Cual pequeño animal, camino agachado, superviviendo, bajo el sol envejecedor y el viento erosivo.
No importa cuantos espejismos me encuentre por el camino, todo forma parte de mi camino desolador.

3 comentarios:

Yo dijo...

Los espejimos a veces nos hacen compañía... nos ayudan a estar menos solos... Pero supongo que no hay que aferrarse mucho a ellos puesto que no dejan de ser eso... espejismos... sueños... recuerdos...

Zaca dijo...

Los espejismos también pueden ser realidades, pero sólo breves impases del camino lleno de arena ardiente. Están ahí sólo para que puedas seguir adelante. No sabes si disfrutarlos o desconfiar.
Creo que es mejor disfrutarlos.

Yo dijo...

¿Un espejismo puede ser realidad? Te refieres a nivel particular ¿no?. Quiero decir... los espejismos no son reales pero otra cosa es que para tí sí que sean/formen parte de tu realidad... de tu día a día... de tu vida...

Si es así... tampoco hace falta que les des de lado, ya digo que, a veces, hasta hacen compañía. Pero si decides no ignorarlos que sea sin perder de vista qué es real y que no. Qué está ahí de verdad y qué no lo está. Cuál es la realidad que efectivamente te rodea y cuál la que te gusta imaginar.





Con suerte hasta descubres qué espejismos quieres convertir en realidad...