Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

lunes, 14 de mayo de 2007

El centro y la periferia


Dios nos ama (éso me dicen en misa), ¿qué más motivos necesitamos para ser felices?

El razonamiento no es malo, pero a mí no me funciona; entonces, ¿soy un mal cristiano?, ¿todos somos malos cristianos? Todos no, habrá muchos a los que les funciona, a mí me cuesta hacer el esfuerzo de ser feliz sólo por éso.

Una amiga me contó hace tiempo que cuando estás trabajando pasas a aprovechar el tiempo libre de forma más intensa, yo este fin de semana me he dedicado a no hacer nada, si me he esforzado para hacer alguna actividad "lúdica", sólo ha sido un burdo intento... ¿Estoy desperdiciando la preciada vida?

4 comentarios:

Yo dijo...

Pues no sé... esa pregunta también me la hago yo a veces. Quizás a largo plazo piense que sí. Pero no lo creo porque tendré la certeza de que hice lo que de verdad me apetecía hacer en ese momento. Igual debí haber salido o vete a saber, pero si en ese momento pasado mi cuerpo me pedía quedarme en casa... ¿por qué he de arrepentirme de haber hecho lo que me apetecía? ¿No me arrepentiría más de haber hecho algo sin ganas? ¿De haber seguido a los demás como un borrego?. No sé... ya te diré cuando llegue a vieja si se arrepiente o no se arrepiente una de estas cosas :)

Anónimo dijo...

ALGUIEN DIJO: ...EL PLACER DE NO HACER NADA...
EDU.

Anónimo dijo...

Zaca, yo no soy más feliz porque una flor crezca en el lado contrario del mundo. No la puedo ver, no la puedo oler, no la puedo sentir. Es decir, para mi no existe y me da igual si está o no.

Idem a lo anterior, tanto si está como si no, para mi dios no existe. No lo puedo ver, no lo puedo oler, no lo puedo sentir.

Posiblemente contestes que tu si puedes sentirlo pero es una forma de autoengañarte, esa fuerza que sientes proviene de tu interior, únicamente de ti mismo.

Firma: "el duende"

Zaca dijo...

El poder de la masa, la mente colectiva, éso te hace sentir algo realmente místico; no sé si existe Dios, pero ésa podría no ser la pregunta más importante, lo importante sería si pudieras ser más feliz pensando que existe.
Yo, tienes razón, mi problema era que no tenía ganas de estar tumbado, pero no quería hacer nada por evitarlo.