Haciéndole una cura a un niño de 5 años, un niño con una enfermedad que le afecta a la cara, el cuello y el tórax, antiestética, aunque no grave. El niño solo con nosotros en la sala de curas, su padre fuera con su hermano más pequeño. El niño siguiendo nuestras indicaciones, confiado, sufriendo, pero sin miedo.
En un momento dado nos dice que él quiere ser médico de mayor. Y que su hermano también.
La generosidad de ese niño, de su hermano, me emocionaron. La vocación es querer ayudar al que sufre.
6 comentarios:
"Dejad", "dejad"...
Bueno, la intención dicen que es lo que cuenta... Igual llegan a ser buenos médicos. Aunque si eran pequeñitos, lo mismo cambian su vocación ;). Yo de pequeña, pequeña, quería ser princesa (una que es cursi, pero cursi cursi...), después quise hacer magisterio por primaria más bien. Debe ser precioso enseñar a los enanos a leer, a escribir y jugar con ellos... Y, mira, acabé haciendo LADE... En fín...
Amigo Anónimo, estuve tentado de cambiarlo, pero pensé que no era incorrecto emplear el infinitivo como imperativo y ahí lo dejé, consultando la wikipedia no me ha quedado claro del todo.
"Yo", no me sorprendería que cambiaran de profesión, pero espero que conserven ese idealismo "infantil".
Mi padre quería estudiar Psicología, pero ante la imposibilidad de transladarse a otra universidad, estudió Magisterio; cuando terminó le contrataron en un banco. Es curioso cómo la gente se abre camino, cómo se adapta.
Joaquín Sabina dice que las niñas ya no quieren ser princesas, ¿queréis dirigir empresas?
Jajajaja, dile a Sabina de mi parte que a todas nos gusta ser pricesas. Lo que pasa es que a algunas se nos nota más el cursilerío y a otras no tanto y, además, a algunas no nos da vergüenza reconocerlo y a otras parece que sí.
Cuida mucho a los niños que mi vocación de médico empezó con seis años enferma en un hospital
Estas cosas se miran en la RAE, no en la Wikipedia. Aquí tienes la solución a tu duda.
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