Dedicando el tiempo a dejar pasar el tiempo. Madurez fuera del alcance de la mente

lunes, 19 de febrero de 2007

Playa silenciosa


El amor es como el mar. Es inmenso, es sobrecogedor, es inspirador, su extensión se pierde en el horizonte, es el origen de la vida, lo ocupa casi todo.
Hay días que la resaca te arrastra adentro y otros en los que la marea deja cientos de restos.
A veces me da miedo el mar. En mi pequeño cascarón entra agua por todas partes, las olas lo golpean por doquier, no sé cuál es mi destino, no sé si habrá destino, la esperanza hace espirales sobre el viento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa la foto y el texto. Triste, pero precioso. Seguro que todo va bien. A todos nos golpean olas de vez en cuando, no desesperes. Un besote.

Zaca dijo...

A veces el agua salada te entra en los ojos y no te deja ver.
Esperanza, los ríos siguen desembocando en el mar.