La naturaleza es delicada, pero poderosa. No nos olvidemos que nosotros también somos naturaleza.
Estar en contacto con ella me da tranquilidad, paz, ganas de compartir.
Quizás algún día podamos coger una fresa silvestre y saborearla en buena compañía.
3 comentarios:
Mmmm... fresas... ¡qué buenas!
(Me estoy poniendo al día en el blog, hacía ya tiempecito que no me paseaba por aquí, espero que no te importe que te esté saturando a comentarios jeje ;) )
"Yo", cuando he visto el número de comentarios que tenía que moderar me he quedado sorprendido; gracias por tu grata participación.
Por cierto, ¿hay fresas silvestres por tu tierra?
Pues si te digo la verdad, no estoy segura. Desde luego donde vivo no. Es posible que en algún que otro pueblecito de la provincia sí que las haya.
En cuanto a los comentarios, hoy vas a tener que moderar otros pocos ;). Me gusta leerte, lo que pasa es que hacía tiempo que no entraba y se me habían acumulado un poco jeje.
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